“La belleza tiene tantos sentidos como el hombre estados de ánimo” (OSCAR WILDE). Aunque hay muchos cánones establecidos, el concepto de belleza es diferente para cada individuo, según su percepción. El paciente acude a la consulta del cirujano con objetivos ambiciosos, habitualmente por comparación con otras personas ó modelos, pero el cirujano no puede remodelar la nariz como si de una escultura se tratase, sino que corrige ó mejora los defectos que la nariz del paciente presenta. La Cirugía Nasal o Rinoplastia, tanto en hombres como en mujeres, es uno de los procedimientos habituales que realiza el especialista en Cirugía Plástica. Hay varias motivos de la intervención: La intervención consiste básicamente en corregir el dorso ó giba nasal, la punta, la anchura de los huesos propios nasales, y en el acortamiento de la nariz. En cualquier caso, el resultado depende de la situación de la que se parte, y se debe mantener siempre la armonía con el conjunto de la cara. El procedimiento quirúrgico se puede aplicar tanto con anestesia general como con anestesia local, bien por elección del paciente, ó por la costumbre del cirujano. No es imprescindible pasar la noche en el hospital. Tras la intervención se coloca una férula de yeso que se mantendrá durante siete días, y un taponamiento nasal, que se mantendrá durante 48 horas para evitar hemorragias y sangrado innecesario. Es frecuente la formación de hematomas ó edemas que se resuelven en 15 ó 20 días. Después el paciente ya podrá hacer una vida normal. No es de extrañar la popularidad de estas intervenciones, pues la visibilidad de la nariz afecta decididamente a la presencia facial del paciente, es decir en su “interface” con los demás, siendo esto más acusado en la mujer. Si se marcan objetivos prudentes, la mejora se consigue y el paciente puede mejorar en un alto grado la confianza en sus relaciones personales.La operación
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